...y evitarás ser defraudado.
Es más, si alguna vez, por una remota casualidad del destino, obtienes algo de alguien, será una alegría. Son todo ventajas.
Hace algún tiempo que quiero hacer de esta frase una de mis máximas, pero siempre caigo. Al final siempre me confío y pienso que la gente que hay a mi alrededor es gente de la que puedo esperar cosas. Pero una y otra vez soy defraudado; nunca aprendo. Sin embargo, tengo intención de cumplir esto a rajatabla a partir de ahora. Ya hace algún tiempo que no espero gran cosa de la gente. Por ejemplo, hace tiempo que me he resignado a que nadie comente este blog, salvo mi niña, que nunca falla. Los demás, o no se pasan, o pasan de comentar (ey, buen juego de palabras, que no? :P) Supongo que la gente no se para a pensar que, si escribo estas cosas aquí, es para que la lo lean. Si no fuera así, lo escribiría en un documento de word de mi disco duro y lo leería yo y, quizá, se lo mandaría a mi niña para que me comentara. La cuestión es que hay gente que se pasa y no comenta, eso lo sé a ciencia cierta. Y se agradecería bastante cualquier cosa: desde una crítica destructiva hasta un simple "Lo he leido" pasando por alguna que otra frasecilla de ánimo. Pero ya sé que la gente no comenta, no espero que lo hagan, y, a pesar de ello sigo escribiendo, ya por mí, como ejercicio práctico. Las tiras cómicas y los dibujos para practicar para mi cómic y los relatos para practicar porque también me gusta escribir y, quién sabe, puede que un día me lance a narrar una novela.
Yo, por mi parte, suelo comentar en los blogs ajenos cuando tengo algo constructivo que decir (ya sea crítica o elogio). Si no, no suelo hacerlo, a no ser que la entrada en cuestión no tenga ningún comentario, en cuyo caso procuro comentar algo, aunque sólo sea para dar ánimos y para decir "Hay quien te lee, hay a quien le importas" de una forma sutil. No obstante, no soy correspondido. Pero no lo espero, así que, no me siento defraudado. La magia de la psicología ;)
Es como cuando hace no mucho cerraba en banda mi corazón para evitar ser herido. Y cuando me abría a alguien, era un pequeño resquicio que volvía a cerrar al menor atisbo de poder resultar herido. Ese tiempo ya ha pasado, por suerte o por desgracia, y ahora las cosas me afectan un poquito más. Pero ya estoy intentando solucionarlo ;)
Quizá el problema sea que parezco estar hecho de alguna pasta extraña, un material viejo que ya no se usa en la confección de los nuevos seres humanos. Me he quedado como anclado en el pasado y tengo unos conceptos demasiado clásicos, arcaicos... creo que tengo un alma demasiado romántica. Así, mi concepto de amor o de amistad no se ajustan en absoluto a la realidad en la que vivo (aunque, afortunadamente, sí se ajustan a los conceptos de mi niña :D). Y así pasa, que me llevo bastantes desengaños. En ocasiones, dolorosos.
Mas, como ya he dicho, estoy intentando cambiar. No quiero decir con eso que vaya a cambiar mi concepto de la amistad o del amor, sino que, sabiendo que son incorrectos para la época actual, voy a dejar de esperar que mis amistades sigan ese antiguo código. Voy a dejar de pretender que la gente tenga conmigo esos pequeños detalles que no tienen y que echo en falta. Sé que no los voy a obtener y, sabiendo esto, no podrán defraudarme y, por tanto, seré mucho más feliz :D Ya no me cabrearé tanto y ya no me entristeceré con tanta facilidad. Si es que todo son ventajas, tan sólo hay que encontrar la mentalidad adecuada con la que afrontar el mundo en que vivimos :)