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Makken Skeyes' Life

Frikismo

Una de vídeos

Aunque al 99.9% de la población (el 0.1 restante es mi niña) le da igual mi blog (si vendo mi voto en eBay como si me cuelgo por los cojones del palo mayor), yo sigo escribiendo nuevas entradas, acerca de cosas que me gustan o me parecen interesantes. En este caso, es sobre dos vídeos que he encontrado por ahí.

El primero de ellos es un vídeo de World of Warcraft, más concretamente de su expansión (creo) "Burning Crusade". Lo vi por primera vez en la Fnac y me encantó. Hice a mi novia quedarnos allí unos minutos para poder verlo un par de veces más. Pobrecita, hay que ver la paciencia que tiene conmigo... En fins, aquí está el vídeo, que cada cual opine lo que crea conveniente. A mí me encantó, tuve que bajármelo, para poderlo ver en casa con más detenimiento y escuchar bien lo que se dice en él (no es más que una frase, en inglés, pero me puse muy contento porque pude entenderla a la primera! :D). Me costó un poco, gracias sin duda a mi amigo Windows que consiguió que se colgara mi router y el Firefox, pero en fin... En cuanto pude bajarlo, lo subí a Youtube para poder colgarlo aquí. Ya me contaréis ;)

 

 

El otro vídeo me lo acaba de mandar un compañero del curro y es brutal, en el más literal sentido de la palabra. Cuando aún me estoy reponiendo de la risa y la vergüenza ajena debidas a la última película de Stallone, la sexta de la insufrible serie de Rocky, ahora veo en este vídeo que está preparando otra de Rambo... Ya lo que faltaba... está claro que hay quien no sabe cuándo retirarse. Como ha dicho mi compañero, cuando le he hecho este comentario: "Nada termina hasta que tú sientes que termina". Y nosotros sufrimos las consecuencias de que el Silvestre no sienta que ya ha terminado su momento cinematográfico... en fin... Aquí os dejo el vídeo. Advierto de que es bastante fuerte y contiene imágenes gratuitamente sangrientas...

 

 

Acabemos con los prejuicios

Supongamos que no me conoces de nada y coincidimos en un chat cualquiera. Alguno normalito, ni de sexo ni temático. Empezamos a hablar y lo primero en que te fijas es en mi nick, "Makken".Un bonito nick bastante discreto, que no dice nada ni a favor ni en contra. Si mi nick fuera "Superpolla" o "Chupasangre", pues ya estaría dando pistas, pero no. Hablamos durante unos minutos, o unas horas y te caigo bien: soy simpático, un chico normal de mi edad. Empiezan los problemas cuando te digo mis aficiones: manga, anime, rol, heavy metal y hasta algo de hacking.

 

Aunque no te he descrito mi físico, al decirte que me gusta el heavy metal, automáticamente sabes cómo soy: melena despeinada y descuidada, pantalones vaqueros ajustados y raídos, camiseta negra de algún grupo, y algunas cadenas y pinchos por aquí y allá. Quizá incluso algo de cuero.

 

Por supuesto, en cuanto te has enterado de que me gusta el manga y el anime has empezado a pensar que soy un inmaduro, porque "esas cosas son para niños"

 

Las cosas se van poniendo aún peores cuando digo lo del rol. Sobre todo si especifico que el juego que más me gusta es "Vampiro: La Mascarada". Aquí ya me estoy convirtiendo en un profanador de tumbas y quizá incluso asesino en serie. Un sociópata que no puede vivir si no es en un mundo inventado plagado de seres sobrenaturales. Quizá incluso tengo un implante para que mis colmillos parezcan mayores.

 

Y el desfase total es cuando digo que me interesa el hacking. Automáticamente, soy un delincuente que debería estar entre rejas. Por supuesto, no volverás a hablar conmigo...

 

 

Estas cosas me revientan. Porque hay una serie de prejuicios asociados a ciertas aficiones, que no en todos los casos son ciertos. El problema es que la gente toma lo peor o lo más llamativo como lo representativo de la mayoría, cuando suele ser justo al contrario. Claro, es que también a la prensa le interesa más que se creen estos prejuicios, porque lo negativo llama mucho más la atención que lo positivo. Es mucho más llamativo un chaval que, estando loco, le da por jugar a Final Fantasy VIII y se lo cree hasta tal punto que mata a su familia con una katana. Pero lo que no te dicen es que el chaval ya estaba mal. Muy al contrario intentan hacerte creer que ha sido el juego lo que le ha vuelto loco. Pues perdónenme, pero conozco a gente que ha jugado a ese juego (yo mismo incluido) y no se han vuelto locos, ni han matado a nadie (y tengo una katana).

 

Por esta razón, me gustaría dar aquí algunos argumentos a favor de estas aficiones que tengo, por si os saco un poquito de la inopia en la que nos suelen tener los medios de comunicación o por si, incluso, os pueden servir en caso de que "os pillen" practicando alguna de estas peligrosas aficiones...

 

Empecemos por el heavy metal. El heavy metal es un estilo de música en el que predomina la guitarra eléctrica, junto con el bajo eléctrico. Se llama metal porque las cuerdas de estos instrumentos son metálicas. Lo de heavy viene porque en ocasiones, el sonido es "pesado", es decir, estridente. Pero dentro del heavy metal, hay muchísimos estilos. A mí, por ejemplo, el que más me gusta es el "Power Metal", un estilo muy melódico con bandas que muy a menudo tienen inspiraciones en la música clásica. Lo bueno que tienen los grupos de heavy metal (sean del estilo que sean) y que comparten con los de rock, es que es el grupo el que se compone sus canciones, se hacen sus arreglos, se escriben sus letras y lo interpretan todo. Algo que no pueden decir los grupos de la radio, que en su mayoría son de pop. La mayoría sólo ponen palmito y cantan. Nada más. Las letras y la música se la traen ya en lata, lista para servir. Así, es imposible que sientan la música, que la vivan. Puede que lo parezca, pero es que en Operación Truño les enseñan también teatro, y así pueden fingir que lo que cantan les gusta y lo viven. Hasta en los conciertos. Y la gente se lo cree. Aunque a Chenoa se le caiga el micro en mitad de un "concierto en directo"... Así que, en defensa del heavy metal (o del rock) podemos decir que es la única música verdadera que queda. Con partituras de verdad (nada de música fabricada a golpe de teclado o de ratón) y todo creado e interpretado por el grupo. Además, el hecho de que te guste este estilo de música no te obliga a vestir de ninguna manera. Yo no lo hago, y nadie que conozca que le guste el heavy, lo hace.

 

El manga y el anime . Seguro que si dices que eres un "otaku " (alguien a quien le gustan los manga -cómics japoneses- y el anime -dibujos animados japoneses-), la gente se ríe de ti porque dicen que eso es cosa de niños. Pero lo que no saben es que todos (hasta vuestros padres) hemos visto anime, y hasta nos ha gustado. ¿Quién no ha visto de peque series como "Heidi", "Marco", "Chicho Terremoto", "Oliver y Benji"... Muy señores míos, todo eso es anime. "Pero ahí no matan a nadie, no sale apenas sangre, ni tías en pelotas o con los pechos grandes" dirá alguien. Y yo le contesto: "ya, majete, es que eso son estilos concretos de anime, pero hay de todo...". En defensa del anime y el manga, se puede decir que también es verdadero arte. No como las series americanas de animación, en que todo está hecho por ordenador. Aunque la era digital haya llegado también al manga y al anime, la mayoría aún se hacen con las técnicas de siempre: todo a mano. Y además, todo el mundo ha visto alguna serie de anime y le ha gustado. Si el royo "Heidi" o "Marco" no le va, seguro que le ha gustado "Oliver y Benji" o "Bola de Dragón" ;)

 

El rol . Maravilloso mundo en el que puedes ser quien quieras, en la época que quieras, hacer lo que quieras... Cierto es que juegos como "Dungeons & Dragons" (Dragones y Mazmorras) han dado mala fama a los juegos de rol, porque prácticamente la gracia del juego es, como diría un amigo mío, "picar carne", es decir, matar bichos. Pero nadie mata nada. Esos bichos no existen, salvo en la imaginación de los jugadores y del "Master", "Game Master" o "Director de juego" (la persona encargada de narrar la historia y proponer enigmas y obstáculos a los jugadores). Una partida de rol puede ser tremendamente divertida, estimulante y beneficiosa. Ejercita el cerebro, buscando soluciones a problemas, y te partes de risa jugando con tus amigos. Los combates se suelen hacer a base de dados (para obtener puntuaciones, no para tirárselos unos a otros...) y cada personaje suele estar representado en una ficha impresa en un folio. Pero lo realmente divertido de jugar al rol es "representar" el personaje. Que tu personaje sea un cúmulo de datos y cifras no tiene gracia, lo realmente interesante es que sepas ponerte en su piel y pensar y "actuar" como él/ella lo haría. Pero eso no quiere decir que te creas que eres el personaje. Si así fuera, los actores de cine, televisión y teatro tendrían un auténtico problema. Yo no me imagino a Viggo Mortensen o a Orlando Bloom ("Aragorn" y "Legolas" en El Señor de los Anillos, respectivamente) después del rodaje, cortando las cabezas de "orcos" (viandantes) por la calle. Cuanto termina el rodaje vuelven a ser ellos mismos, del mismo modo que cuando termina la sesión de juego, los "roleros" volvemos a ser nosotros mismos. Así que, lo que podemos decir en favor de los juegos de rol (y quizá incluso de los videojuegos) es que ejercitan la mente y nos proporcionan diversión sana (a no ser, claro, que estemos locos, pero eso ya es caso a parte...)

 

Hackers... Da miedo, ¿no? Pues no. Un hacker no es una persona con un parche en un ojo que se dedica a destrozar ordenadores ajenos y a piratear bases de datos u ordenadores gubernamentales. Vale, también los hay que hacen de eso, pero, como siempre, con una minoría. Minoría que, porque les gusta a los medios de comunicación, representan a todos, pero nada más. Un hacker es una persona a la que le gusta (le encanta) la informática y que tiene mucha curiosidad, interés y muchas ganas de aprender. Quieren conocer todo acerca del ordenador, desde como se montan físicamente, hasta como se generan todos los programas que se ejecutan en el ordenador. Un hacker es una persona culta, con inquietudes intelectuales que centra su curiosidad y sus estudios en la informática. Los hay buenos, llamados hackers o "Sombreros blancos" y malos, llamados crackers o "Sombreros negros". Los buenos son los que se dedican a buscar errores en programas, informar de ellos e intentar arreglarlos (en caso de que el código fuente esté a su disposición, si es un programa de código abierto). También se pueden unir para luchar contra la pornografía en la red, o contra lo que crean injusto, pero siempre desde la legalidad. Un cracker se dedica a asaltar ordenadores, robar claves, información, piratear programas y delinquir en general. Además, los hackers no suelen alardear de sus conocimientos o de lo que pueden hacer, mientras que un cracker intentará impresionar a sus amigos y a las chicas, colándose en ordenadores, robando cuentas de correo a sus enemigos... En fin, un nuevo caso de una minoría representando a un grupo de gente, porque a alguien le interesa que así sea. Lo que podemos decir en defensa de los hackers en que no es malo lo que hacen siempre y cuando no cometan ilegalidades. Y ejercita sus mentes y hasta les puede dar trabajo, muy bien remunerado, por cierto.

 

 

Bueno, espero que, si habéis conseguido terminaros esta tremenda parrafada, os haya gustado y servido para algo ;)